………. Llegó
noviembre.
Vino
silbándome tu nombre
fuertemente en mi
ventana,
con el viento
que desnuda las hojas de los árboles,
que protegen
el canto de los pájaros,
en los
amaneceres fríos y escarchados.
Desasiéndose también de su plumaje,
para dejar
brotar el manto del invierno.
………..Llegó
noviembre.
y te sueño,
al abrigo de las sábanas templadas,
mientras
tiemblo de dolor
al oír la lluvia golpeando en mi ventana,
que
me recuerda tu voz.
Desesperada tu
voz,
que
se alza desde “ La Soledad” y me llama :
Siento
correr el agua por mi piel, que es la tuya
Siento el frío, el miedo y el abandono del sepulcro
Te
siento….y no quiero oír el silbido del viento
Ni
el tañer de la lluvia en los cristales.
Me traen a mi mente el vacío de tu cama,
desnuda
de tu cuerpo y tu calor.
Inmóvil,
sin rutina ya, apagada.
Mis
ojos sollozan,
apagando
el fuego de mi alma.
Estas
ahí, tan lejos y tan cerca.
Y
quiero, como el poeta,
Desamordazarte,
desenterrarte…….
Volverte a la casa, a la vida.
Y despertar contigo de este sueño eterno.
Para que vuelva a ser ayer
y
tengamos juntas otro mañana.
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